Sobre la personalidad del malo

1. Dijo el Señor:

"Una vez, ante Mis primeros discípulos, Yo mismo hice aparecer a Satanás a través de una imagen de la ciencia de la correspondencia(1); y se horrorizaron tremendamente ante aquella imagen. Lo mismo sucedió a menudo con los patriarcas de esta Tierra; pero a ellos no fue necesario darles explicaciones a través de palabras porque los patriarcas que eran sabios espiritualmente entendían muy bien la ciencia de la correspondencia interior y, por lo tanto, ellos también decían: 'es terrible caer en las manos del Juicio de Dios', es decir, es terrible para un alma, que ya ha alcanzado la plena conciencia de sí misma, dejarse capturar nuevamente por el juicio inmutable de la voluntad divina en la materia.

Nota (1): La ciencia de la correspondencia, conocida hoy como "semiótica", es la ciencia que estudia los diferentes sistemas de imágenes o signos y sus procesos correspondientes. Esta ciencia busca entender el significado de cualquier forma de actividad, conducta o cualquier proceso que involucre los signos o las imágenes. Un signo es cualquier cosa que comunica un significado, que no es el signo en sí, al intérprete del signo. El dicho "una imagen dice más que 1000 palabras" ilustra bien la utilidad de la ciencia de la correspondencia. (Nota del traductor)

2. Esto es denominado como algo terrible para el alma, pero puede ser comprendido bien por cualquiera que observe a una persona moribunda que no ha renacido completamente en el espíritu.

3. ¿Por qué un alma así teme tanto la muerte de su cuerpo? ¡Porque el alma, que aun está atada a la ley obligatoria(2), piensa que también morirá junto a su cuerpo! Este hecho puede ser bien observado y reconocido en todos aquellos que no creen en la supervivencia del alma después de la muerte del cuerpo o tienen dificultades para creerlo, ya sea en su totalidad o en su mayor parte; porque están sumidos totalmente o en gran parte en el juicio de la carne y, por lo tanto, también sienten su muerte hasta que no sean separados del mismo a través de Mi Voluntad.

Nota (2): La ley obligatoria, denominada también "el juicio", es la ley férrea e inmutable que Dios ha impuesto sobre la materia. Materia que algún día desaparecerá y, con ella, todos los cuerpos físicos tendrán que morir o ser desintegrados en algún momento. (Nota del traductor)

4. Ahora que podéis comprender mejor lo que es realmente Satanás y sus diablos, entonces también podéis comprender por vosotros mismos el caso del infierno. Éste, al igual que Satanás, no es nada más que la ley obligatoria o el juicio obligatorio por la eternidad, incluyendo al mundo y su materia.

5. ¿Pero por qué también se le llama a Satanás un príncipe de las tinieblas y la mentira? Porque toda la materia no es lo que parece ser, y quien la abraza con su amor y se deja atrapar por ella, obviamente se encuentra en el reino de las mentiras y en el reino de la oscuridad, esto visto desde la Verdad.

6. Quien, por ejemplo, ama demasiado los llamados tesoros del reino de la materia muerta, los considera por lo que parecen ser y aprecia lo que parecen ser, y no por lo que realmente son, ya está en el reino de la mentira, porque su amor, como base de su vida, se ha hundido en ella como un hombre ciego y es extremadamente difícil para él elevarse nuevamente de esa noche a la luz de la Verdad plena.

7. Pero cualquiera que vea el oro solo como una manifestación correspondiente, a través de la cual se representa el bien del amor en Dios, como a través de la plata pura la verdad de la sabiduría en Dios, conoce el verdadero valor del oro y la plata. Así él se encuentra en el reino de la verdad, y su alma no se asfixia en la luz engañosa, ni en su juicio (la ley obligatoria).

8. El oro y la plata y los diversos tipos de piedras preciosas solo tenían el verdadero significado para los patriarcas y todos los profetas; pero como materia no tenían valor y, por lo tanto, no podían volverse peligrosos para un alma. Desde el reconocimiento del verdadero valor de la materia, reconocieron rápida y fácilmente su idoneidad y utilidad natural y obtuvieron el verdadero beneficio de ellos.

9. Pero cuando los hombres comenzaron a apreciar y admirar el material por su brillo y apariencia, entraron en su juicio, se volvieron ciegos, duros, codiciosos, tacaños, mentirosos, pendencieros, fraudulentos, altivos, malvados, y adictos a la guerra y la conquista y, por lo tanto, se metieron en la idolatría y el paganismo y, así, también en el verdadero infierno, del cual no podían salvarse sin Mí.

10. Es por eso que Yo Mismo tuve que vestirme de materia, y con ella del juicio, y tengo que atravesarlo, para que así Yo Me convierta en la puerta de entrada a la Vida Eterna para todos los caídos si es que quieren recobrar la vida a través de esta puerta. Por eso Yo soy la Puerta a la Vida y a la Vida misma. Quien no entra a través de Mí, no obtiene la vida a la luz de la Verdad Eterna y la libertad, sino que queda atrapado en el juicio de la materia.

11. Pero ahora surge una pregunta por sí misma, y ​​esta es: ¿Entonces, realmente no existe ningún Satanás en persona ni demonios en personas?

12. Y yo digo: Oh sí, los hay, tanto aquí, todavía caminando en la carne, y tanto aún mucho más en el gran más allá, que constantemente están tratando de ejercer una mala influencia en este mundo material, y a través de los espíritus aun inmaduros de la naturaleza, que todavía moran en todo tipo de materia, para que puedan alcanzar cierta maduración. Pero también ellos actúan en forma directa a los hombres, a través de ciertos susurros secretos, incentivos y tentaciones. Incluso ellos se dan cuenta de las diferentes debilidades y disposiciones de las personas, toman posesión de ellas y las encienden en ardientes apasionamientos.

13. Pero una vez que la debilidad de un hombre se ha convertido en una pasión ardiente, entonces él ya se encuentra en el estado del juicio de la materia y de sus espíritus malignos, y entonces es difícil para él liberarse de este estado.

14. Satanás es el conglomerado de la totalidad del juicio de la materia, y en lo que respecta a su personalidad, no existe tal cosa en sí, ni por sí misma, sino hay que considerarlo como una asociación que reúne a todo tipo y especie de demonios, no solo de esta Tierra, sino de todos los mundos en los innumerables espacios de la creación.

De igual manera, de acuerdo a Mi explicación anteriormente dada, la innumerable cantidad de globos celestes al final representan un conglomerado del gran hombre cósmico o súper-enorme hombre de la creación.

15. En el sentido más pequeño, por supuesto, una asociación de todos los demonios de un solo planeta es también un Satanás, y en menor medida, cada demonio individual por sí solo también lo es.

16. Mientras no haya un ser humano en un planeta, no hay ningún diablo en persona en él, sino solo espíritus encarcelados y aun no maduros en toda la materia de un planeta; pero todo lo que percibís con vuestros sentidos pertenece a la materia.

17. Pero también podéis saber que ahora no hay diablos peores y más malvados en ningún planeta como los hay justamente en esta Tierra. Si se les permitiera hacerlo, harían mal a la tierra y a sus habitantes, pero no se les permitirá, y para que los demonios no puedan hacerlo, están, por lo tanto, castigados con toda la ceguera y, así, también afectados con la mayor estupidez. Sus asociaciones se asemejan a las instituciones de seguridad de esta Tierra, donde se confinan a los dementes y locos malvados, para que no puedan dañar a las otras personas.

18. De lo que se ha dicho hasta ahora, todos vosotros podéis entender, con plena razón y comprensión iluminada, cual es la verdad sobre el tema de Satanás y de sus demonios, y ya no necesitáis preguntar más. - ¡Y ahora tú, doctor de la ley, dime si has entendido todo esto bien!

Fuente: Gran Evangelio de Juan, tomo 8, capítulo 35, recibido por Jakob Lorber.